· Tom Peters · 2 minutos de lectura
La marca llamada Tú: es el nuevo mundo de las marcas
Cada persona debe gestionar su marca personal como CEO de "YO, S.A." para sobresalir y prosperar en el entorno laboral competitivo.
En un mundo laboral cada vez más competitivo, todos deben aprender a pensar como una marca personal. No importa la edad o el puesto de trabajo, cada individuo debe verse como el CEO de su propia empresa, “YO, S.A.”, y actuar como el director de marketing de su propia marca. Esta perspectiva es fundamental para sobresalir y prosperar en el entorno profesional actual.
La estrategia para destacar implica adoptar prácticas de grandes marcas, centrándose en lo que hace único a cada uno. Esto se traduce en hacer contribuciones significativas, mantener una alta visibilidad y cultivar una red sólida de colegas y clientes que valoren y promuevan la marca personal. Además, es crucial estar siempre dispuesto a aprender y evolucionar, manteniendo una actualización constante de las habilidades y logros personales.
La construcción de una marca personal exitosa requiere visibilidad y diferenciación. Involucrarse en proyectos adicionales, escribir artículos, dar charlas, y buscar constantemente nuevas oportunidades son formas efectivas de ganar reconocimiento y destacarse entre la multitud. Cada acción, desde la forma de manejar correos electrónicos hasta las presentaciones en reuniones, comunica el valor de la marca personal.
El poder en el contexto de la marca personal no se refiere a la autoridad jerárquica, sino a la capacidad de influencia y reputación. Ser conocido por hacer contribuciones significativas y ser un líder creíble son aspectos esenciales para el crecimiento de la marca. En un mundo basado en proyectos, es vital enfocarse en resultados medibles y publicitables, lo que facilita la evaluación y promoción del valor personal.
La lealtad en la era de la marca personal se redefine. Ya no se trata de una lealtad ciega a una empresa, sino de una lealtad a colegas, equipos, proyectos y clientes, así como a uno mismo. Este tipo de lealtad es beneficioso tanto para el individuo como para la empresa, creando una relación de ganar-ganar.
Finalmente, las carreras ya no siguen un camino lineal. En su lugar, se asemejan a un tablero de ajedrez o un laberinto, donde los movimientos pueden ser laterales, hacia adelante o incluso hacia atrás, según sea necesario. Reinventarse constantemente y buscar proyectos que se alineen con la misión personal es clave para el éxito. Así, en lugar de centrarse en títulos y jerarquías, se debe perseguir un flujo continuo de proyectos interesantes y desafiantes.
